A los 9 años comencé a jugar al fútbol y los siguientes 14 años mi vida estuvo altamente vinculada a este deporte, jugando siempre a un alto nivel y consiguiendo debutar en el primer equipo de mi ciudad. Mi objetivo siempre fue llegar a ser futbolista pero desafortunadamente me quede en el camino. Principalmente creo que fueron tres los motivos por los que no llegue a alcanzar mi objetivo.
El primero y más claro es que no era una estrella con el balón pero mi esfuerzo y trabajo lo compensaban. Las lesiones fueron el segundo motivo, quienes todos los años me acompañaban. Innumerables roturas de fibras y dos fracturas del quinto metatarso fueron grandes motivos que me empujaron a abandonar, pero hay una tercera causa y que a mi modo de ver es una de las más importantes y es que nunca tuve a nadie que me ayudará en mi proceso, alguien que conociera mi cuerpo, alguien que supiera el porqué de mis lesiones, que me ayudara a mejorar, que me dijera como tenía que entrenar, comer, dormir, y que me guiara en mi camino, digamos que la palabra que mejor define a ese tipo de persona es la de “entrenador personal”.
En un equipo las personas que se encargan de esta función son el entrenador y el preparador físico, pero claro, el trabajo de estas dos personas va destinado a 23 jugadores de forma global y no de forma individual. Un equipo está formado por 23 jugadores que juegan en puestos diferentes, tienen un cuerpo y una problemática diferente y a no ser que seas Cristiano Ronaldo o Messi, no vas a tener una atención personalizada que se adapte a lo que necesitas.
Debido a todo esto llego un momento en mi vida deportiva en donde había más motivos para abandonar que para seguir. Por tanto decidí replantearme un nuevo objetivo que direccionara mi vida. Ese objetivo fue lograr dedicarme a hacer lo que me hubiera gustado que hubieran hecho conmigo, es decir, ayudar a los demás a cumplir sus objetivos, en mi caso desde el ámbito que siempre me apasiono, la actividad física y el deporte. El objetivo lo tenía clarísimo, quería ser entrenador personal, y por ello dedique cinco años de mi vida a formarme. Una larga etapa dedicada a la formación que me ha permitido adquirir una base de este amplio y bonito mundo como es la actividad física y el deporte. Pero es ahora donde comienza mi especialización, otra etapa con un objetivo claro, ser el mejor entrenador personal. Por tanto, actualmente mis expectativas son seguir formándome para especializarme en el entrenamiento personal y a la vez poder compaginarlo con la práctica.