Una de las premisas sobre las que intentamos cimentar en E-Motion es el de la formación, y desde ese prisma podemos y queremos presumir del granito de arena que hemos ayudado a poner para el nacimiento de algunas de las empresas que han surgido a partir de profesionales que se han formado o se están formando con nosotros, y de los que nos sentimos orgullosos.
En esa dirección dedicaremos una serie dedicada a ellos y ellas.
Capítulo 1: Felipe Andrade
Cuando Descubrí E-Motion aún era embrionaria mi idea de cómo quería realizar el camino que había decido andar. Sabía desde dónde partir (el destino pocos lo saben al empezar, algunos no lo saben ni al terminar) pero no sabía cómo andarlo, un pie tras otro era lo único claro, y lo primero que aprendí con ellos, es que esos pies no debía cruzarlos.
Más allá del valor de los conocimientos adquiridos, la verdadera impronta que me ha legado el cruce de destinos, con los que además de maestros, considero compañeros y amigos, es el descubrimiento de una filosofía con la que afrontar tanto esta profesión tan bonita que ejercemos, como la misma vida.
Desde sus formaciones,de referencia por su calidad y complicidad con los mejores profesionales del sector, hasta desde su escuela semanal de entrenadores, he podido ir cimentando mi humilde proyecto con una idea clara y definida de lo que debe ser.
Felipe Andrade no existiría sin E-Motion, y si lo hubiera hecho, nunca habría sido lo que es, que mucho o poco, es lo que me gusta que sea y no así no sería sin E-Motion, mis profesores, compañeros y amigos.